Muchas veces creemos que el autoconocimiento es un tema simple y liviano de tratar, pero no. Tal como decía un personaje de la historia «Conocerse a uno mismo puede resultar la tarea más difícil de nuestra vida».
El autoconocimiento es la clave
Conocernos es esencial. Es el camino para alcanzar una vida plena en donde vivamos felices haciendo lo que realmente queremos. Creo que nadie nos ha enseñado a conocernos, es un paso que a veces hemos dado obligadamente debido a los dolores y sufrimientos que hemos pasado durante nuestra vida. Pero no tiene que ser así. Podemos iniciar nuestro proceso ahora mismo y este artículo te puede ayudar.
Cuando nos conocemos aprendemos a escucharnos. Cuando nos conocemos aprendemos a poner límites a lo que no queremos porque realmente sabemos lo que queremos y lo que no. Al iniciar un recorrido personal sabemos cuál es nuestro presente y hacia dónde queremos llegar. No hay confusiones. Todo está claro. Sabemos nuestros gustos y preferencias; conocemos cuando algo nos molesta, cuando un lugar no nos hace sentir bien o cuando no estamos siendo felices.
Todos podemos iniciar un proceso de autoconocimiento desde la calidez y comodidad de nuestro hogar. Sólo necesitamos disposición y ganas de hacerlo. No importa la edad que tengamos ni lo que estemos haciendo, sólo debemos tener la convicción y decir: Quiero conocerme. Listo.
Este artículo contiene cinco ideas fuerza para que comiences a conocerte desde casa o desde el lugar que consideres tu verdadero hogar (al lado de un árbol, cerca de tu mascota, paseando por un parque o, como en mi caso, contemplando el mar). Aquí van:
1. Escribe
Escribir es una linda forma para iniciar tu proceso de autoconocimiento. Escribir expande tu mundo interior. Es impresionante como el lápiz y el papel pueden sumergirte en un océano de ideas, reflexiones, palabras y emociones que están allí pero que simplemente no has tomado conciencia de que están.
A través de la escritura puedes permitirte expresar lo que sea. Tener un cuaderno personal, una pequeña libreta o un trozo de servilleta, te brinda la oportunidad de entrar en tu mundo interior y plasmar todos aquellos pensamientos que te inspiran, te bloquean o reprimes. Todos aquellos momentos que te hicieron vibrar de felicidad o que te generaron el dolor más intenso. Escribir te transporta a un mundo, a veces desconocido, pero tu mundo al fin y al cabo. Eres tú. Descúbrelo a través de la escritura.
Si escribes habitualmente, te invito a seguir escribiendo profundizando en aspectos más profundos de ti para poder ampliar tu autoconocimiento. Si por alguna razón dejaste de escribir, te invito a retomarlo poco a poco, escribiendo palabras sueltas o pequeñas frases. Ya verás que poco a poco comenzarás a conectarte con esa pasión que habías olvidado.
Por el contrario, si eres de los que aún no se atreve a escribir, pues este es el momento. ¡Dale! Te aseguro que, a través de la escritura iniciarás un bonito proceso de autodescubrimiento. Puedes iniciar escribiendo tus sueños, las actividades que realizaste durante el día, lo que te hizo llorar, lo que te mantuvo alegre, etc. Escribe lo que tú quieras. Nadie te juzgará. Ese libro será el secreto que te ayudará a conocerte y conectarte con tu poder creativo.
2. Pregúntate
Preguntarse es un recurso muy utilizado por muchos, pero sin darse cuenta de que, al hacernos preguntas podemos comprender muchos aspectos sobre nosotros mismos. Más bien, creo que todos alguna vez la hemos utilizado. Preguntarnos por ejemplo ¿Por qué reaccioné así? O ¿Por qué suelo hacer esto? Muchas veces tenemos comportamientos o modos de hacer que vienen heredados o hemos imitado de nuestros padres, abuelos o alguien conocido y se han vuelto parte de nosotros sin que tomemos conciencia de ello.
Es increible darnos cuenta de que decimos tal frase, movemos la mano de tal forma o que reaccionamos agresivamente ante ciertas situaciones por mera imitación, recuerdo, aprendizaje o porque simplemente es parte de nuestra personalidad. Formúlate preguntas e intenta responderlas comprendiendo que eres un ser único, irrepetible y aceptándote tal cual eres, sin reparos, juicios ni reproches. Si, al formularte preguntas, sale algo personal que te incomoda, te genera dolor, genera daño a los demás o quisieras cambiar de ti, permítete hacerlo. Recuerda que estás en todo tu derecho de cambiar o mejorar algo de ti si así lo has decidido.
La vida nos entrega infinidad de escenarios y oportunidades para poder cambiar lo que no nos gusta, de aprender, crecer y ser la mejor versión de nosotros mismos. Aprovecha esas oportunidades.
3. Obsérvate
Autoconocimiento desde la autoobservación. No es necesario que te pares frente a un espejo para observarte. Puedes hacerlo claro está, pero no es la única forma. Mira dentro tuyo y date cuenta de quién eres. Eres un ser corporal, mental y emocional que vive experiencias de vida todo el tiempo. Alguna de ellas te genera diversas sensaciones, algunas positivas y otras no tanto, pero todo lo vivido tiene un único propósito: Aprender. Asume el reto de sacar cuidadosamente cada una de las capas que te has puesto o que la sociedad te ha puesto y conoce a ese ser maravilloso que eres. Obsérvate día a día, a cualquier hora y en diversos contextos. Toma consciencia de quien eres a través de la autoobservación.
4. Pregúntale a otros
Preguntar a otros ayudará en tu proceso de autoconocimiento. Plantéale preguntas a aquellas personas que confías y que sabes que te entregarán una respuesta honesta, real y amorosa. Este ejercicio es de gran utilidad, sobre todo si deseas conocer tus fortalezas, habilidades, dones y talentos. Pregúntales sobre ti y verás que cada uno entregará diversas cualidades que ve en ti que nunca pensaste tener. Algunas características te serán muy familiares y confirmarán lo que piensas y sientes. Otras cualidades te sorprenderán y te fortalecerán. Construye tu “Yo Soy” con todo aquello que te comenten. Recuerda que eres una persona que puede aprender cada día desde la interacción con los demás.
5. Mueve tu cuerpo
Me encanta esta idea fuerza y la he puesto al final con un solo propósito. Invitar a moverte. Ponte de pie, estírate, respira profundo, extiende tus brazos y te darás cuenta de muchas cosas sobre ti. Probablemente descubrirás que no te movías de manera consciente hace mucho tiempo y, en el caso de que si te hayas motivo conscientemente, darás las gracias por ello.
Al moverte quizás notaste un pequeño dolor o molestia que viene hace días, quizás semanas o más. También puedes sentir ganas de bostezar, reír, gritar, dormir, bailar, cerrar los ojos, tomarte un descanso o simplemente llorar. Miles de hermosas sensaciones que, con el solo acto de moverte, darás espacio para que puedan salir. Ese eres tú. Energía. Aire. Agua. Fuego y Tierra. Eres un ser sintiente, que, a través de su cuerpo, puede experimentar emociones, pensamientos, sentimientos y un sinfín de experiencias vitales que quizás estás líneas no las puede expresar.
Conócete a través de tu cuerpo
He aquí mi invitación. Conócete a través de tus movimientos, tu respiración, de los pasos que das cada día, de tus dolores, tu forma de correr, de tu piel, de tus zonas íntimas y expuestas. Date cuenta de aquellos movimientos aprendidos y aquellos que te identifican. Conoce tu danza interna a través de simples movimientos corporales. Es un hermoso ejercicio que puedes hacer, ya sea con música o sonidos de ambiente que también son música. Permítete moverte en libertad donde tú quieras y DES-CUBRIRÁS un hermosa parte de ti que está allí y que ha acompañado siempre.
Espero que estas cinco ideas fuerza te ayuden a iniciar tu camino de autoconocimiento. Son ejercicios que yo misma he realizado y créeme, son bastante útiles ya que permiten crear un espacio íntimo de expresión artística, conectarte con tu poder creativo y descubrir nuevas facetas. Coméntame cuál es tu idea fuerza favorita, cuáles de ellas llevas realizando y cuál te pareció una nueva forma de conocerte. También cuéntame si conoces otra idea fuerza diferente que hubieses incorporado en este artículo y que deseas compartir. Danos la oportunidad de seguir aprendiendo a través de tu experiencia personal.